Cortó dos orejas a un bravo ejemplar de El Madroñal saliendo en hombros. Discretos tan sólo Manuel Manzanares y Manuel Moreno, éste cortó una oreja.
Roberto Armendáriz destacó de manera brillante con su segundo novillo. / El Adelantado
El tercer festejo de feria, novillada de rejones, tuvo secuencias muy estimables referidas especialmente a las montas de los caballeros en plaza, quienes cumplieron el trámite de manera un tanto mecanizada, sin excesivos alardes ecuestres, limitándose a llevar a cabo los tercios con pulcritud pero con la citada carencia de aires y movimientos, excepto Armendáriz en su segundo novillo.
Escaso bagaje con el que abría plaza, novillo reticente a la embestida al que prendió un rejoncillo de castigo y rehiletes a una mano, destacando el segundo a pitón contrario. Tres de las cortas y fallón con el rejón de muerte.
Tras un primer tercio discreto, pasó a mayores en el siguiente clavando cuatro banderillas a una mano, bueno el primer palitroque, bueno también al estribo el segundo y magnífico por cite y embroque el tercero al quiebro, luego un cuarto de sencilla ejecución y dos de las cortas con alardes y movimientos de alta escuela y consideración, como a dos pistas, cambios y demás. Fue valorado por el respetable que aclamó al navarro. Dos rosas como complemento , rejón de muerte y pie a tierra descabello para dos orejas y salida en hombro. Armendáriz ocupa el tercer lugar del escalafón.
El hijo y hermano de los famosos matadores de toros, salió a torear luciendo crespón negro por la muerte reciente de su abuelo paterno. Al igual que su antagonista, fue de menos a más pero sin cumplir los requisitos que establece una labor con detalles y matices altamente artísticos. Cumplió sin más. Complicado el primer tercio a causa de la escasa fijeza del morlaco.
Luego llevó a cabo un segundo tercio con buena monta sobre buenos caballos y más entonado y con prestancia y cierta dosis de elegante porte, cuatro rehiletes a una mano, el tercero realmente extraordinario y dos de los cortos. Fue buena su labor destacando en las aportaciones citadas. Mató mal perdiendo trofeos por esa causa.
Clavó dos rejoncillos de castigo mostrando mejor actitud en los cites y aires ecuestres a su segundo ejemplar.
Buen rehilete al estribo, segundo aceptable, tercero excelente por ejecución y colocación de la banderilla, cuarto bueno y vistosa la secuencia tripartita con las cortas. De nuevo mal en la suerte suprema.
El joven sevillano de tan sólo diez y siete años de edad, tras el pasado mitin de Cuéllar, no se pudo sacar la espina en
Riaza
por mor de los aceros a la hora de despachar a sus oponentes. Alardes con su primer novillo al que prendió dos rejoncillos y dejó rehiletes en suerte diversa con relevancia al segundo tras ir de manera lucida a pitón contrario, excelente el tercero por vistoso embroque y el cuarto designado por mayoría absoluta, portentoso. El joven valor sevillano transmite elegante monta, fluída y de buena imagen. Tiene valor, sereno y confiado y sabe imprimir emoción y belleza a la realización de la suerte aunque en la definitiva ande francamente mal y deficitario. Cortó una oreja a este su primero.
Con el que cerraba plaza, evoluciones muy vistosas y estimadas y dos rejoncillos de castigo. Rehilete al estribo, otro a pitón contrario, tercero magnífico por los conceptos básicos, elementales y técnicos y cuarto a la grupa de menor mérito. Dos rosas y fallo a rejones de muerte, siendo aplaudido al final. mitad de su aforo.
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